Por supuesto. En cualquier momento del embarazo se puede recibir Reiki. Las sesiones continuadas de Reiki cuentan con una serie de beneficios para la mujer que también se traslada al bebé: relajación, confianza, seguridad, protección, vitalidad, conciencia, bienestar, equilibrio emocional, paz interior, amor y sobre todo salud, reduciendo dolores y teniendo más vitalidad.