SOFÍA PÉREZ

Maestra de Reiki y Terapeuta.

«Me considero una persona alegre, segura de mí misma, apasionada por la vida y con mucho amor para dar a quien lo pueda necesitar. Amo a mi familia, amo los animales, amo la naturaleza, estar rodeada de personas y a la vez amo estar a solas conmigo misma.

Gran parte de las personas vive su día a día conviviendo con varios factores que pueden ser perjudiciales para su salud, debido a diferentes situaciones que les resulta difícil de controlar, sin saber que esto puede conducirles después a una enfermedad.

Descubrí el Reiki gracias a un dolor de tripa de mi hija, y a día de hoy, doy gracias por haber encontrado ese camino de luz y de amor que tanto necesitaba yo, y no tanto mi hija. Aprendí a manejar emociones difíciles, lo que me llevó a un estado de calma y equilibrio tanto a nivel físico, mental, emocional y lo más hermoso a nivel espiritual.

Creo que todo el mundo debería tener este regalo en su corazón, para poder caminar en equilibrio y con inmensa paz en su transitar».

DAVID BLÁZQUEZ LEÓN 

Director del Centro Maestría Reiki David. Terapeuta, Voluntario y Maestro de Maestros/as. Periodista y Embajador del Reiki. Siempre Aprendiz.

«Soy Terapeuta por enfermedad, por necesidad de querer estar bien. Llegué al Reiki buscando mejorar mi calidad de vida ante la enfermedad sin cura que me habían diagnosticado: Esofagitis Eosinofílica. Los atragantamientos que sufría eran constantes y en un par de ocasiones estuve a punto de no contarlo. El esófago se me cerraba y no me dejaba tragar. Me lo tuvieron que dilatar en más de una ocasión. Para colmo, asociado a la enfermedad, se me manifestaban intolerancias y alergias alimentarias de todo tipo. Solo podía comer cuatro alimentos.

Hoy día, gracias al Reiki, he podido trascender la enfermedad, he hecho consciente y he puesto en paz las causas que la provocaron. Como de todo, sin ningún tipo ya de atragantamiento, alergia ni intolerancia. En el Congreso de Reiki os contaré mi historia y cómo lo he logrado».

TERESA NÚÑEZ DE ARENAS AGUIRRE

Terapeuta y Maestra de Reiki. 

«El Reiki llegó a mi vida para cambiarla a todos los niveles. Llegó por casualidad para poder aliviar los dolores que me producía la fibromialgia, pero aprendí que Reiki es infinito, la herramienta más poderosa que podría imaginar.

Reiki me ayuda a conectar conmigo misma, a ver las cosas desde otra perspectiva, a sanar situaciones que no sabía que ni existían en mi interior y que me pudieran estar afectando. Reiki me enseña que tengo que trabajarme constantemente y tomar conciencia de lo que sucede para que no se vuelva a repetir.

Gracias a Reiki por cruzarse en mi camino, por hacer posible que cada día sea mejor que el anterior, por ser mi faro, mi calma, mi Yo. Gracias por hacer posible que pueda acompañar a otros en sus procesos personales».

DANIELA NARANJO

Terapeuta y Maestra de Reiki. 

«Desde que el Reiki llegó a mi vida la cambió por completo. Comencé a ir a terapia para aprender más de mí misma. En el proceso pude descubrir los diferentes factores que me estaban impidiendo vivir en mi verdadero ser.

El estrés y la ansiedad empezaban a ser rutina y a partir de allí surgieron distintas dolencias. Visitaba a médicos todo el tiempo en búsqueda de respuestas para entender la causa de mis enfermedades. Hasta que comencé con el Reiki de forma habitual fue cuando pude verlo, hacerlo consciente. Y por fin liberarme, andar el camino de la sanación y cada vez más brillar con la luz propia de mi propia esencia. 

Actualmente, no solo estoy mejor de los problemas uterinos que tenía, sino que mi cuerpo ha mejorado a nivel físico, mental y emocional».

MARTA TAPIAS MERINO

Voluntaria y Maestra de Reiki.

«El Reiki llegó a mi vida de "casualidad" o por "causalidad", de la forma en la que todo llega cuando nos tiene que llegar. Al principio, pensé que sería una buena herramienta para ayudar a sanar a los demás: familia, amigos, conocidos... Pero enseguida me di cuenta de que primero debía sanarme a mí misma: mis emociones, mis vivencias, mis heridas.

En ese proceso de sanación tuve la certeza de que era un camino sin vuelta atrás: el Reiki me acompañará en mi camino de vida. Cada día mejor, más consciente de mis procesos y de lo mucho que queda por recorrer y aprender. Y en ese punto descubrí una bendición colateral: cuando te inicias en Reiki no solo experimentas cambios a nivel personal, en tu salud emocional y física, también en tu entorno que es un reflejo de esa evolución; danza contigo al ritmo de tu luz interior. Saber que queda tanto por aprender es un regalo».