REIKI EN CADA FASE DEL CÁNCER

TEXTO DE MARÍA TERESA NÚÑEZ DE ARENAS AGUIRRE

Terapeuta y Maestra de Reiki

Desde el momento que alguien recibe la noticia de que tiene cáncer, el miedo se apodera internamente de la persona. Su vida da un vuelco, que muchos difícilmente saben gestionar a nivel mental. Se preguntan: ¿Por qué yo? ¿Podré seguir llevando una vida normal? ¿Y si me muero? No quiero que sufran mis seres queridos… Un miedo profundo se instala en las entrañas y puede que no se marche en ninguna de las distintas fases de la enfermedad.

Cuando una persona comienza un tratamiento médico oncológico se produce una montaña rusa de pensamientos y emociones, que afecta también a la parte física por los dolores y cansancio que presentan. La depresión y la ansiedad pueden emerger asociadas al proceso. Hay días que están con mejor ánimo y otros días totalmente hundidos. No pueden escuchar la palabra «cáncer». No quieren hablar. No quieren que nadie los vea. En esta fase muchos prefieren llevarlo en soledad o con su ser querido más cercano. Se aíslan y no salen de casa. Su vida ha cambiado de la noche a la mañana por completo. No saben si saldrán vivos de ésta o si van a morir. El miedo a la muerte y las consecuencias que puede provocar su fallecimiento a nivel familiar les quita el sueño y las ganas de hacer cosas. 

El Reiki es un método natural muy valioso que sirve de acompañamiento terapéutico tanto a las personas con cáncer, como a sus cuidadores y familiares, que también lo están pasando muy mal. Reiki sirve para calmar y reducir los miedos, emociones, pensamientos y dolores que se tengan. Facilita la renovación de la energía vital de la persona para que no se sienta cansada ni abatida y pueda afrontar de mejor manera la radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o inmunoterapia. Por último, ayuda también a tomar conciencia de las situaciones y experiencias de vida que le han afectado y derivado a la enfermedad para ponerlas en paz y que no se vuelvan a repetir. Se pueden tener sesiones de Reiki de forma periódica en cualquier fase del cáncer, solas o combinadas con conversaciones terapéuticas posteriores. No tiene ninguna contraindicación médica conocida ni perjuicio para la salud humana.

El Reiki es una terapia complementaria reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que no sustituye a ningún tratamiento médico convencional, sino que van de la mano. El Reiki es ideal para acompañar a una persona con cáncer en su recuperación, tal y como lo atestiguan los múltiples estudios realizados sobre Reiki y cáncer en Estados Unidos, Europa y España. Las personas mejoran y se recuperan mucho mejor cuando reciben Reiki a la vez que están con el tratamiento médico asignado, pudiendo llevar este proceso de una forma más calmada, armónica y cariñosa.

Una vez acabado la quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida o inmunoterapia, llega la fase de las revisiones. El miedo sigue presente en la persona, que teme volver a recaer y que vuelva el cáncer de nuevo a emerger. Seguir con el Reiki en estos momentos es vital, sobre todo para poder trabajar de forma consciente en Terapia de Reiki las posibles causas de la enfermedad, que están asociadas a situaciones dolorosas pasadas y la gestión que la persona hizo de las mismas, afectándole hasta el punto de que se convirtiera luego en cáncer. La persona en estos momentos se siente fuerte para poder profundizar terapéuticamente con Reiki en el pasado e ir tomando conciencia y sanando las experiencias de vida que le dolieron. La conversación posterior a la sesión de Reiki hace que esto sea posible, junto con herramientas y ejercicios facilitados para que pueda ponerlas en paz. Esta parte es imprescindible para que el cáncer no vuelva a brotar en el futuro, algo que ocurre en muchas ocasiones si no se ha trabajado terapéuticamente y de forma consciente en el pasado de la persona.

Por último, si la persona llega a una última fase de la enfermedad, donde el cáncer se extiende por distintas partes de su cuerpo, el Reiki sirve para paliar los dolores que pueda presentar, aceptando la situación con serenidad y sin miedo. El Reiki acompaña de igual modo terapéuticamente a sus familiares en el sufrimiento que tienen en esta fase ante la inminente pérdida de su ser querido.